Natural y salvaje

El Parque Nacional de las Cévennes ofrece una diversidad de paisajes muy importante. Además del parque de la isla de la Réunion es el único que está poblado dentro de la zona de protección.
Clasificado como reserva de la Biosfera por la Unesco, es una zona clave para muchas especies animales y vegetales que gozan de una protección reforzada desde 1970 cuando se creó el Parque Nacional.
Existen multitud de posibilidades para elegir cómo descubrir estas riquezas. El Parque es un terreno de juego de primera categoria para los senderistas. Existen también animaciones, festivales y circuitos proporcionados por el Parque Nacional en Florac, pueblo que es la puerta natural al Parque Nacional, en él están ubicados la oficina de información sobre el Parque y un castillo en el encontraremos una exposición sobre este tema.
Pueblo de Castelbouc
Ubicado al lado del río Tarn, este pueblo troglodita tiene una leyenda muy particular. En tiempo de las cruzadas (1095-1291), solo las señoras se quedaron en el pueblo con el Marquès.
La leyenda cuenta que murío de agotamiento físico por satisfacer a todas las mujeres. La noche de su muerte, un fantasma en forma de macho cabrío aparecío dando el nombre al Castillo y al pueblo.
Los menhirs de Bondons

La meseta des Bondons es una pequeña zona de caliza ubicada à 15 km de Florac. Con más de 150 menhirs se trata del segundo sitio megalitico de Francia
Una de las particularidades de este sitio es de encontrar menhirs de granito sobre un suelo de caliza, como lo hicieron ?
Esta gigante piedras fueron sacadas del lado sur del Mont-Lozère y fueron transportadas sobre màs de 800m.
Su disposición es muy peculiar, se pueden encontrar solo, por pares y mucho menos por tres.
Estos vestigios son de la epoca del neolitico y la edad del bronze (alrededor de 4000 años).
Además, muchos caminos de senderismo dan la vuelta a esta zona, un parking esta a su disposición.
Caballos de Przewalski
La asociación del caballo de Przewalski : TAKH fue creada en 1990 con el proposito de recrear una población de caballos de Przewalski y reintroducirlos en Mongolia, tierra de sus antepasados.
Entre 1993 y 1994 llegaron los once primeros caballos a la meseta del Méjean. En este entorno tan preservado los caballos pudieron reproducirse y criarse como antiguamente. En los años 2004 y 2005 se enviaron los primeros caballos a Mongolia para reintroducirlos en su habitat de origen.
En julio y agosto, la asociación os acoje para enseñaros el proyecto, los caballos en la meseta del Méjean, en la aldea llamada "Le Villaret".